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Espectaculares obras arquitectónicas como el Wembley Stadium de Londres, o el Madison Square Garden de Nueva York, son muestra de la fusión entre espacio deportivo y foro musical que han hecho vibrar a aficionados con históricos partidos y conciertos gracias a la atención puesta hacia cada detalle de sus diseños, considerando los aspectos de estructura, forma del inmueble, asientos, canchas, iluminación y, no menos importante, la acústica del lugar.
De hecho, en relación con este último punto, puede decirse que es casi indispensable hacer una planeación minuciosa del ambiente sonoro que se quiere lograr desde antes de la construcción, puesto que requiere de un buen balance entre mantener dentro el ruido ambiente y la claridad del sonido, sin que existan reverberaciones o ecos excesivos.
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Y es que un partido de futbol no sería igual de emocionante si todo el ruido del público se dispersara y fuera poco audible, aunque también es molesto cuando el volumen es elevado e ininteligible, como cuando no se entiende nada de lo que se dice por los altavoces del lugar.
Esto probablemente lo hayas notado en recintos de mucho menor presupuesto que los mencionados –como los que hay en universidades, los pertenecientes a los municipios, etcétera— cuya acústica suele ser mala y que, sin embargo, puede corregirse o bien ser planeada desde la construcción sin que esto signifique una inversión impensable, ya que un buen diseño inicial es más económico que hacer adecuaciones posteriores.
Así, aquí te explicamos los principales aspectos que logran que un espacio como estos tenga una excelente acústica tanto para albergar justas deportivas como eventos musicales.
La geometría del espacio colabora en gran medida en la manera en que las ondas sonoras rebotan de un sitio a otro, pudiendo crear un ambiente envolvente o uno con demasiado eco. Las cúpulas y suelos cóncavos crean este último efecto, mientras que un techo convexo reparte mejor las vibraciones.
En los espacios cerrados es conviene revestir las paredes con materiales especiales para el aislamiento acústico, con lo cual se logrará un menor tiempo de reverberación, es decir, que sean sólo uno y dos segundos los que una onda sonora tarde en amortiguarse 60 decibeles para que este ruido de rebote no se acumule de forma tal que predomine en el ambiente.
Los altavoces para emitir mensajes o música pueden ser de diversas categorías según la calidad de audio que se quiera alcanzar, pero en lo que refiere a la distribución del sonido, lo más conveniente es colocar las bocinas en áreas estratégicas para acercarlas al público, sobre todo en lugares con una mala acústica. En sitios bien estructurados, por el contrario, se podrán hacer instalaciones agrupadas en un mismo sitio.
En Comaudi somos especialistas en acústica arquitectónica, control de ruido y contamos con diversas soluciones para brindar una mejor acústica a todo tipo de espacio, contamos con los mejores productos como audiómetros, lana de roca y caseta acústica. Contáctanos y permítenos dar un gran sonido tu proyecto.
