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Recientemente, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) instó a dirigentes de las alcaldías de la Ciudad de México a resolver diferentes violaciones en el uso de suelo y cuidado del medio ambiente dentro de sus jurisdicciones.
Fue durante el marco de la firma de los “10 compromisos por el Medio Ambiente y el Ordenamiento Territorial de la Ciudad”, que la titular de la PAOT, Mariana Boy Tamborrel, llamó a autoridades y gobernantes a trabajar en conjunto para actuar en contra de infractores que atenten en contra de los derechos ambientales y urbanos de los capitalinos, considerando aspectos que van desde la gestión sustentable del agua y el espacio público, el cuidado ecológico y animal, hasta el cumplimiento de uso de suelo e instalación de algún aislante de sonido en establecimientos mercantiles.
En este último punto, el de tomar medidas para disminuir la contaminación sonora, destaca que, de las más de 5 mil denuncias hechas ante la PAOT, el 18% estuvieron relacionadas con molestias a causa del ruido, por lo que uno de los 10 compromisos pactados aborda específicamente esta cuestión.
El objetivo de ello es que los diversos establecimientos comerciales no excedan los límites máximos permisibles de decibelios, razón por la que podrían ser sancionados económicamente y clausurados si no resuelven su situación colocando aislantes de ruido o reduciendo de alguna manera sus emisiones sonoras.
Los niveles de sonido permitidos en la CDMX son de 65 decibeles (dB) en horario de 6:00 a 20:00 horas, y de 62 entre las 20:00 y 6:00 horas, según lo marca la Norma Ambiental para el Distrito Federal NADF-005-AMBT-2013, aunque esto no impide que se registren mediciones de entre 70 y 80 dB en distintos puntos de la urbe con bares, restaurantes y antros.
Por su parte, la Norma Oficial Mexicana NOM-081-SEMARNAT-1994 marca que, para industrias y comercios, los límites máximos permisibles son de 68 dB de 6:00 a 22:00 horas y de 65 de 22:00 a 6:00.
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Aunque puede parecer que el constante ruido de la ciudad hace que nos acostumbremos a soportar niveles altos de sonido, lo cierto es que puede ocasionar daños a la salud cuando supera los 75 dB, aun cuando estos no son demasiado notorios.
Dolor de cabeza, estrés y alteraciones del sueño, son algunos de los malestares que, si bien suelen achacarse a otras causas, es probable que se manifiesten por una sobrexposición al ruido.
Incluso pueden presentarse males mayores como hipertensión y alteraciones del ritmo cardiaco, afecciones gástricas y, lógicamente, pérdida de la audición.
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