La sustentabilidad aplicada a la construcción es una de las principales preocupaciones de ingenieros y arquitectos comprometidos con el cuidado del medio ambiente. Ejemplo de esto son las investigaciones realizadas por expertos de tres universidades españolas que, en conjunto, han aplicado sus conocimientos en agronomía e ingeniería para determinar el grado de efectividad que cumplen los jardines verticales para absorber el ruido generado por los vehículos en las carreteras.
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Y es que las plantas no sólo dotan cualquier espacio de una buena estética, sino que también producen oxígeno y, según los resultados de estos estudios, absorben hasta un 20 por ciento del sonido generado por el tráfico.
Al respecto, Miguel Urrestarazu, encargado del proyecto perteneciente a la Universidad de Almería, explica que este experimento tiene como base el antecedente de las fachadas vegetales en edificios, las cuales dotan a los inmuebles de una mejor acústica al tener una barrera que absorbe el ruido del exterior.
En lo que toca a las carreteras, se ha constatado que la vegetación dispuesta alrededor de muros para bloquear los sonidos producidos por los coches puede reducir el ruido total hasta en un cincuenta por ciento, por lo que podría ser una buena opción en un futuro, cuando se hayan desarrollado las tecnologías necesarias para abaratar los costes de construcción.
De hecho, esta última circunstancia es el mayor impedimento para que se difunda más este tipo de construcciones en los caminos de la península ibérica y de otras partes del mundo, por lo que por ahora sólo se piensan adecuadas para zonas protegidas, parques naturales u otros espacios en los que el valor ornamental sea también una necesidad estética para atraer más visitantes.
No obstante, los esfuerzos realizados hasta hoy tienen en cuenta diversas variables que podrían reducir el gasto monetario para erigir estas barreras y darles mantenimiento. Entre los puntos más relevantes se encuentran los siguientes:
Por ahora, nos tocará esperar algún tiempo hasta que estos proyectos sean más asequibles y puedan ser incluidos en cada vez más carreteras del mundo, aunque afortunadamente existen otras opciones que igualmente cuidan la ecología, como los muros acústicos convencionales, de los cuales muchos se fabrican con materiales reciclables.
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