Seguramente, has escuchado que la luz blanca es el conjunto de todos los colores, con sus diversas frecuencias y longitudes de onda que, sin embargo, al combinarse se manifiestan en uno sólo que es, por decirlo de alguna manera, neutro.
Si, por ejemplo, te colocaras a la luz de un foco azul, notarías que los colores de las paredes o los objetos que se encuentran a tu alrededor son distintos, que las cosas que con una iluminación normal veías de rojo ahora son negruzcas, o que aquello que era amarillo ahora parece verde. Esto sucede porque nuestros ojos están adaptados a percibir como “natural” la luz blanca –que contiene básicamente todas las longitudes de onda—, por lo que un tipo distinto de luz altera nuestro modo de ver.
Algo similar ocurre también con el ruido blanco, que contiene todas las frecuencias de onda a la misma potencia y en orden aleatorio, creando una densidad espectral representable en una gráfica plana, lo que sería, muy similar que en la luz blanca, un sonido neutro.
Así bien, las alteraciones ejemplificadas antes con el uso de un foco de alguna luz de color, hablando de sonido podrían ser aquellos ruidos que crean altibajos dentro del espectro auditivo, y que en el día a día los encontramos en todas partes: la campana de la basura, las bocinas de los coches, el despertador, el canto de las aves, el ladrido de un perro y la lista sigue y sigue.
Conocer esto, permite diversas aplicaciones para el ruido blanco. Una de ellas es su influjo relajante, útil sobre todo para personas con alteraciones del sueño o para quienes les cuesta trabajo conciliarlo y se despiertan al menor estímulo sonoro.
Básicamente, el ruido blanco bloquea la percepción de otros sonidos, como si hiciera un aislamiento acústico a nivel cerebral, pues fomenta el máximo alcance de nivel de nuestro umbral auditivo, evitando que sonidos con mayor intensidad activen la corteza del cerebro mientras dormimos.
Se trata de un ruido distinto al que podemos escuchar de fondo todo el tiempo, pues cubre una gama de frecuencias tan alta que opaca a las que se encuentran detrás. Regresando al ejemplo de la luz, sería como cuando la luz blanca resulta cegadora, aunque claro, en ninguno de los casos sería saludable exponerse a condiciones extremas de intensidad.
El sonido que emite un televisor analógico o una radio sin sintonizar, son ejemplos de ruido blanco que pueden utilizarse para este fin. Su aplicación para favorecer el sueño y la relajación ha sido tan difundida que incluso plataformas de música como Spotify cuentan con varias listas de reproducción con pistas de este tipo.
No obstante, es preciso tener en cuenta que un volumen no adecuado, la sobreexposición a este ruido y hasta su empleo para tratar algunos trastornos del sueño, como la apnea, puede ser contraproducente para la salud, por lo que habría que evaluar qué es lo que en cada caso se requiere.
Una opción siempre favorable y segura, es el uso de tecnologías para el aislamiento acústico, lo cual permite controlar la entrada de molestos ruidos exteriores que pueden alterar nuestro sueño. En Comaudi, contamos con personal experto y los mejores materiales para insonorizar cuarto y productos como audiómetros o panel lana de roca. Contáctanos y permítenos ayudarte a acondicionar la habitación de tus sueños con paredes acústicas que cumplan con la NOM-081-SEMARNAT-1994.