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En general, el ruido es molesto y trae consigo consecuencias psicológicas que ya hemos abordado en otros posts; sin embargo, cuando se trata de personas hospitalizadas, puede interferir con su recuperación.
Durante las etapas de diseño y construcción de hospitales, el confort acústico debe ser contemplado para tener instalaciones más eficientes, que brinden el descanso necesario a los pacientes, sus cuidadores y personal.
Probablemente haya notado que muchos hospitales parecen haber sido diseñados por la misma persona: pasillos largos con pisos de azulejo, donde se escuchan las conversaciones, pasos, ecos, e incluso se pueden percibir los gemidos o gritos de pacientes de otras habitaciones.
Aunado a lo anterior, los instrumentos y máquinas utilizadas suelen emitir ruidos constantes, intensos, que evitan que el paciente pueda conciliar el sueño y olvidar por un momento que se encuentra en el hospital, lo que puede interferir con la recuperación.
Se ha comprobado que al acondicionar los hospitales contra el ruido, la recuperación es del 30 al 40% más rápida, reduciendo la estancia e incrementando las probabilidades de que sanen por completo. Además, la experiencia de pacientes y familiares es mejor, lo que tiene beneficios de imagen, reputación y recomendaciones del hospital.
Ahora bien, existen muchas formas de acondicionar un hospital para mejorar el confort acústico en hospitales que fueron construidos en edificaciones antiguas, construidas sin tener en cuenta el factor acústico. Utilizar protecciones acústicas en techos y paredes, reubicar las áreas para que los equipos que emiten vibraciones se encuentren lejos de las habitaciones e instalar materiales aislantes para que los ruidos permanezcan en esas áreas son algunas formas de comenzar.
Los hospitales que se encuentran ubicados cerca de avenidas y carreteras muy transitadas tienen otro elemento en contra: los ruidos del exterior, provenientes de los coches, vendedores, maquinaria de construcción, e incluso llega a haber vibraciones en las ventanas que pueden espantar a los pacientes.
Estos sistemas de pared con barrera de sonido son ideales para exteriores, con un peso ligero y bajos costos de instalación comparado con otros materiales; además son durables, resisten los elementos de la intemperie, los rayos UV, son impermeables, no se oxidan con la lluvia, nieve o hielo, no se pudren ni manchan por lo que no requieren mantenimiento.
Las barreras acústicas Silent Protector absorben las ondas sonoras provenientes de la calle, por lo que ofrecen máxima reducción del ruido. Se encuentran en diferentes colores y configuraciones, por lo que además son una solución estética, que se adapta a la imagen de los hospitales modernos.
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