Actualmente existen diversas soluciones acústicas para resolver problemas de ruido al interior de espacios como salas de juntas, oficinas o centros de estudio. La manera tradicional de corregir dichos problemas es revestir los techos con materiales que sean absorbentes de sonido, esto se hace debido a que el techo tiene una gran superficie disponible que se puede utilizar como superficie absorbente para disminuir la reverberación y los niveles de ruido.
Generalmente los techos acústicos se instalaban de pared a pared, sin embargo, con la evolución de los materiales para controlar el sonido ahora hay soluciones más innovadoras, que además de resolver el problema del ruido, también aportan un toque de mucho estilo al espacio, se trata de las islas acústicas.
Estas islas acústicas se forman de paneles acústicos que se instalan sobre sistemas de suspensión y se ubican en los techos de la habitación, pero en lugar de instalarse como un techo falso o un revestimiento, es más bien un elemento que se añade al techo que ya existe.
De esta manera las islas acústicas cuelgan del techo que ya está colocado a través de estructuras fijas o cables. Su instalación es muy fácil y rápida de hacer, lo cual es ideal para lugares que no pueden permanecer mucho tiempo sin usarse y requieren una solución inmediata.
La aplicación en estos paneles, no sólo es un ejemplo de innovación en los materiales acústicos, sino también en las posibilidades del diseño que representa. El uso de la isla amplía las posibilidades tanto de los ingenieros acústicos como de los diseñadores y arquitectos quienes además de contar con soluciones técnicas también tienen soluciones estéticas.
Los diseños actuales de los edificios consideran cada vez más los espacios abiertos, lo cual puede convertir al ruido en un verdadero problema, además de que también se disminuyen las superficies que pueden ser tratadas acústicamente y es aquí donde las islas pueden resolver los problemas de control del ruido.
También es un material ideal para usarse en edificios históricos donde no es posible interferir con la arquitectura original o en sitios donde el techo está fabricado con cristal.
Las islas se pueden diseñar y adaptar a cualquier espacio, es importante decir que la forma de la isla no influirá en la calidad de la absorción del sonido, lo que sí puede tener un impacto es el tamaño de la misma.
La recomendación para la instalación de la isla es cubrir el 60% de la superficie total del techo con las islas y distribuirlas de manera uniforme. Su uso no sólo otorgará excelente resultados acústicos, sino también de imagen y diseño.
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